Aspectos importantes desde el punto de vista criminologico

Importancia del Cartucho o Munición desde el Punto de Vista Criminalístico.
Tomando en cuenta que la Identificación, es un factor esencial de la criminalística que consiste en determinar específicamente una clase o grupo de personas u objetos obtenidos de un universo; la Individualización, determina exclusivamente a una persona u objeto de la clase o grupo previamente identificado; y la Certeza, es la metodología aplicada a un elemento probatorio o de convicción, por medio del cual se obtiene un resultado concluyente, con la facultad de identificar e individualizar el medio de prueba con una persona, objeto o cosa, siendo que su resultado no admite dualidades, dudas ni divergencias, se tiene entonces que:
El proyectil identifica e individualiza a través del rayado observado en su cuerpo (rayado helicoidal).
La concha identifica e individualiza por medio de sus huellas a consecuencia del choque.
La pólvora determina el orificio de entrada y el índice de proximidad.
El fulminante determina con plena certeza la ejecución del disparo mediante el Análisis de Trazas del Disparo.

Balística interior

Se dijo antes, que la Balística Interior comprende el estudio de los fenómenos que ocurren en el interior del arma desde el momento en que se produce la percusión hasta el momento en que el proyectil sale por la boca del cañón.
Este estudio implica desde el punto de vista físico-químico: la teoría del choque, desprendimiento de energía, temperatura, presión, velocidad, volumen, fricción o rozamiento, principio de termodinámica, trabajo mecánico, reacción química exotérmica y otras generadas a consecuencia del disparo.
Es importante tenerla en cuenta porque en esta etapa es donde se produce el microrrayado, que individualiza las diferentes armas de fuego y otras características básicas para el perito balístico.
En este aspecto, el estudio de la Balística comienza con la bala dentro de la recámara, luego con el impacto del fulminante y la deflagración de la pólvora, se activa el proyectil con su movimiento dentro del cañón y su posterior salida a la parte exterior.
El Disparo.
Es la ejecución simultánea existente entre la presión ejercida en el disparador del arma de proyección balística y la percusión contra el fulminante de la bala por parte de la aguja percutora, dando como resultado la salida violenta del proyectil de la boca del ánima del cañón hacia el exterior.
Secuencia del Disparo.
Al accionar el disparador del arma los mecanismos de este entran en acción y dejan en libertad el martillo o aguja percutora, la cual incide sobre la cápsula fulminante para hacerla explotar, transmitiendo a la pólvora una potente llamarada que la hace combustionar o deflagrar. De seguidas la concha o vaina se expande, gracias a la presión de los gases acumulados violentamente (originados por la deflagración de la pólvora), y cuando llega a un punto máximo de presión, el proyectil inicia la trayectoria a través del ánima del cañón, con el consiguiente forzamiento o fricción por parte del estriado y/o rayado del ánima, hasta que abandona la boca del cañón.
El Cañón.
Se trata de un tubo de acero especial, de paredes resistentes, de forma cilíndrica hueca, de conveniente diámetro y tamaño elaborado, capaz de resistir temperaturas elevadas sea por fricción y calor, destinado a que por su interior discurra el proyectil impulsado por los gases producidos por la deflagración de la pólvora, de manera de dirigir el proyectil hacia el objeto que se apunta. En su interior (ánima) se encuentra el "Rayado Helicoidal".
Sus partes son: 1) La boca: Es el orificio por donde salen expulsados el proyectil, los elementos integrantes de la deflagración de la pólvora y de los residuos contentivos en el interior del ánima. 2) El ánima: Es la superficie interior del cañón y sus paredes están conformadas con rayas helicoidales o poligonales (campos y estrías), en otros casos no poseen rayado. 3) El cilindro: Conforma el cuerpo tubular hueco del cañón. 4) El calibre: Es el orificio que viene determinado por "campos" diametralmente opuestos.
Ánima.
Como ya se dijo, es la superficie cilíndrica interior del cañón. Balísticamente existen dos clases de ánimas: Ánima Lisa y Ánima Estriada.
Anima Rayada o Estriada: Son muescas, surcos o espirales grabados en el interior del cañón de las armas de fuego, y sirve para que el proyectil durante su recorrido por el cañón, adquiera un giro alrededor de su eje, permite darle presión y estabilización al proyectil disparado, logrando un mayor alcance. Este rayado puede ser de izquierda a derecha, a la inversa, o poligonal, el cual es impreso por la casa fabricante. Permite a través de la experticia de comparación balística identificar e individualizar el arma de fuego que haya sido disparada en un hecho delictivo. Son armas de ánima estriada los fusiles, rifles, la mayoría de revólveres y pistolas.
Anima Lisa: Cuando el interior del cañón es liso, no presentan ningún tipo de rayado, como por ejemplo en las escopetas. Los proyectiles disparados por estas armas de ánima lisa son de poco alcance, a mayor distancia tienden a regarse los proyectiles. Son armas de ánima lisa las escopetas de caza, escopetas de cañón corto, armas de salón y algunos revólveres y pistolas,
Ánima Estriada (Rayada).
El ánima del cañón de las armas de fuego (a excepción de la escopeta, cuya ánima es lisa), tiene rayas (surcos) helicoidales o poligonales que generan en el proyectil un movimiento alrededor de su eje longitudinal cuyo giro se puede observar macroscópicamente de acuerdo a la orientación de los surcos que conforman los "campos y las estrías", cuyo sentido viene dado:
  • Hacia la Derecha (Dextrógiro)
  • Hacia la Izquierda (Levógiro)
  • Poligonal, cuando presenta la ausencia de la demarcación de los campos-estrías.
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Como ejemplo de las armas de rotación derecha (más común), están: el revólver Smith Wesson, subametralladora Uzi, fusil Galili, etc. Y entre las armas de rotación izquierda: pistola Astra, pistola Colt, rifle Remington, entre otras.
El número de campos y estrías es proporcional, es decir, el ánima del cañón que tenga diez (10) surcos, tiene el equivalente a cinco campos y cinco estrías; si posee doce (12) surcos, posee seis campos y proporcionalmente seis estrías, y así sucesivamente. Dependiendo del tipo de arma, bien sea corta o larga, el número de estrías puede ser desde tres (03) hasta dieciséis (16) estrías en la actualidad.
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Además del estriado existen otras características específicas de cada ánima, que consisten en pequeñas partículas de metal o excoriaciones dejadas al momento de fabricarse el cañón. Por tanto, en cada surco existen varias protuberancias a las que van amoldándose a la broca a medida que pasa y cambian a cada operación del taladro al pasar de uno a otro surco. Estas características son propias de cada arma en particular, que las hacen ser ellas mismas (únicas).

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